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Las
sombras han obsesionado de siempre la imaginación de
los hombres en cualquier parte del mundo. Con igual maravilla
los niños de hoy descubren su presencia y sus comportamientos.
Los niños están siempre dispuestos a ponerse en
relación con ellas y tenemos verdaderamente la impresión
de que con las sombras tenemos una oportunidad privilegiada
de tocar un real centro de interés de todos los niños.
Un centro que estimula conjuntamente la razón y la imaginación.
Tenemos por lo tanto la ocasión de no dividir el cerebro
del niño.
Con
todo, en las propuestas de actividades con materiales naturales
como el agua, la arena, la madera, habitualmente no se mencionan
las sombras, que no obstante, por lo menos en nuestras latitudes,
son bien visibles, no cuestan nada.
Podemos
pensar en las sombras para toda una clase de juegos al exterior
o a el interior, con múltiples implicaciones que aborden
la construcción de la identidad, la exploración
del entorno, la conciencia del fluir del tiempo, la expresión
corporal y teatral con siluetas, etc.
En
este encuentro querría recordar el papel que las sombras
han representado en la historia de la humanidad y las posibilidades
que ahora ofrecen a la escuela para, si es posible, dotar
a los participantes de ojos más preparados por saber
ver, comprender y dar valor a los comportamientos infantiles.
Mariano
Dolci en las jornadas de educación infantil "Yo
y las sombras", marzo 2003. AM Rosa Sensat.
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