En
otro espacio del jardín, bajo los árboles, hay
unas cuántas palanganas. Cada
mañana las llenamos de agua con los niños más
madrugadores.
En
esta ocasión hemos teñido el agua con colorante
alimentario azul. Vamos variando según la situación.
Los
primeros días juegan con sus manos. Tienen necesidad
de desfogarse, picar y salpicar. Poco a poco se convierte
en un juego más tranquilo y van haciéndose preguntas
como qué pasa sí?....
Para
mantener el atractivo y el interés, cada día encuentran
nuevos materiales a punto: conchas de sepia, hojas, tapones
de corcho, mangueras de agua, etc.
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