Otra
propuesta.
Aprender
a lanzar el agua de un esprai no es fácil. El pequeño
rayo es la delicia de los protagonistas del juego.
Manchar
con el esprai, mojar la pared, salpicarse la cara, mojar
la tierra...
Los
esprais son un buen recurso para crear muchas situaciones,
para dominar habilidades y reforzar la musculatura de las
manos!
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