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Llegando
al centro unos niños se interesan por nuestra presencia.
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Nos dirigimos
a la entrada y comenzamos a ver algunos padres que llegan o que estan
conversando en el exterior donde aprovechan el espléndido sol
que hace hoy.
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Una panorámica
de las instalaciones exteriores donde juegan niñas y niños.
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En el interior
unos niños juegan en el suelo.
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Al fondo,
dos de los monitores del centro. A la derecha, una madre que habla español
nos traduce las explicaciones de los monitores.
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Espacio
polivalente con cocina y un rincón donde comer, jugar o dedicarse
a la lectura.
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El exterior
del centro está ajardinado y és de gran amplitud. Nos
sorprende que el espacio no esté delimitado por vallas. Un niño
pequeño, bajo la mirada atenta del monitor o de su madre, lo
está explorando.
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Los padres
y los niños se mueven libremente por las instalaciones del centro.
Cada espacio invita a un tipo de actividad diferente y los grupos se
van formando de manera espontánea.
Como explica Teresa Cabrera en la crónica, detrás de esta
espontaneidad hay una buena organización y unos buenos profesionales
que lo hacen posible.
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