“Que por mayo, era por mayo cuando hace ya calor”.
La semana de teatro ha empezado, se abre ya el telón...
Viajamos a esta escuela en el autobús urbano. Cuando habían pasado tres o cuatro paradas suben al mismo dos personas con un coche cada una y en cada coche tres niños y niñas de 2, 3, o 4 años. Ataviados con sus chalecos fluorescentes en los que llevaban escrito su nombre. Después descubriríamos que también el de su escuela. Se le ve contentos, tranquilos. Van al igual que nosotros, ¡ al teatro!
Tres paradas más tarde bajos juntos del autobús nos espera una jovial maestra y por un pequeño túnel bajo la carretera principal accedemos en sus compañía a la finca de la escuela que se encuentra en un espacio abierto y rodeada de árboles, campos y casas bajas. Nuestros compañeros de viaje abandonan los coches y campo a través se dirigen hacia la escuela. Saben a donde van, ¡ al teatro!
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