Al llegar a la escuela, todo está preparado, los niños y niñas de varias escuela invitadas ya están sentados ante el escenario al aire libre en bancos, alfombras, cajas, arenero... Son unos ciento cincuenta espectadores/as acompañados de maestras e auxiliares. La calma reina en el escenario que será la entrada a la casa de los juguetes del patio. Los improvisados técnicos de sonido dan los últimos retoques con los cables. Con una pequeña canción infantil noruega acompañada de invisibles instrumentos que tocan tres de los maestros actores da comienzo...
¡Empieza la función! Se abre el telón...
“El topo quería saber quien la había hecho aquello en su cabeza”
El público infantil tiene los ojos abiertos como platos, no pierden detalle, le avisan al topo, cuando viene un nuevo amigo, se ríen y aplauden cuando los animales le muestran al topo como es que ellos hacen su “caca”. Colaboran con el improvisado barrendero, que está ya un poco arto y a la vez preocupado porque le están manchado siempre dónde el ha barrido... Este va sacando diferentes utensilios de limpieza cada vez que sale al escenario.
Los actores son maestras y maestros de la escuela que con un vestuario mínimo como unas orejas o una nariz se han caracterizado según el personaje o personajes que les ha tocado representar. El escenario también es muy elemental, un lugar para que se esconda el topo...
Los diferentes personajes acceden al escenario por un lado de la casa de los juguetes y se van por el otro. La calma y a la vez interés de los espectadores es impresionante. Los niños y las niñas no pierden ripio. Los adultos les acompañan desde su mismo nivel, con tranquilidad y disponibilidad. Algunos pequeños están viendo la obra desde sus coches de bebés, otros se han ido acercando al arenero, a los columpios, pero con la oreja puesta en lo que pasa en el escenario. Los adultos les acompañan o se mantienen cerca pero no imponen para que regresen al patio de butacas..., ya que este es todo el patio de la escuela.
Cuando “el topo” descubre por fin ... quien le había hecho aquello en su cabeza ...
Termina la función con saludo al público del elenco que nos despiden con la misma canción del inicio de la representación, pero que esta vez cantan las niñas y los niños y sus maestras.
Con asombrosa calma y organización el público invitado y el del centro se va agrupando y en apenas cinco o diez minutos ya no quedaba nadie en el patio de butacas. En sus singulares coches de tres viajeros/as o de la mano se les ve marchar hacia sus escuelas formando una culebra de colores que tomará el metro o el autobús urbano... ¡Hoy han ido al teatro! ¿ Que haremos mañana...
El grupo de maestras españolas espectadoras singulares a esta semana de teatro preguntamos por la invitación a las escuelas y nos informan que lo hacen cada año por mayo. Un grupo de maestros y auxiliares del centro prepara un cuento o una obra y invitan a unos 150 espectadores que vienen al centro en pequeños grupos de 4 ó 6 y con sus propios medios. Cada escuela recibe una invitación realizada con dibujos de los alumnos del centro y tienen que confirmar la asistencia.
Terminada la función nos invitan a conocer las instalaciones de la escuela. Está formada por un edificio plano en forma de ele y tiene seis grupos de niños y niñas de 2-6 años en la planta baja y dos grupos de un año que están situados en la planta alta.
Cada uno de los grupos de mayores tiene sobre 15 niños y niñas de 2-6 años y una maestra y dos auxiliares. Los grupos de bebés tienen 5/6 niños/as y dos adultos por grupo.
Las familias del alumnado vive por los alrededores de la escuela.
Esta es una de las escuela más antigua que visitamos. Nos llamó mucho la atención un pequeño rincón en la entrada principal en el que se encontraba una muestra del mobiliario de los años cincuenta, juegos, juguetes, libros, trabajos de los niños/as, así como fotos de la historia del centro y de las personas que en ella estuvieron.
En estos momentos el equipo del centro está revisando el proyecto educativo de la escuela y llevando a acabo cambios en las dependencias de la escuela, estaban trabajando pintores y electricistas. También están mejorando el mobiliario y los materiales educativos.
En nuestra visita a las aulas y otras instalaciones comunes de la escuela nos llama la atención la calma que se vive en con el alumnado. La maestra que nos recibio y que nos mostraba las instalaciones ayudó también a despertarse a uno de los niños cuando, calzó a otro que le pedía ayuda como algo natural y día un recado a un padre que pasó a preguntarle
algo sobre un juguete...
Marian, nuestra maestra ya amiga, nos lleva hacia su aula y nos muestra el improvisado escenario (una tela blanca colgada de un palo y una cuerda) en el que está trabajando con su grupo sobre un cuento de peces que viven en un mar de colores...
Con el retroproyector y una música de fondo que recordaba el mar nos hace una pequeña demostración de lo que están trabajando. Juntos están elaborando un libro sobre el proyecto con fotos, dibujos y mucha magia y también una caja especial donde van construyendo los personajes para hacer la representación. Cuando todo esté preparado la compartirán con otros niños y niñas de la escuela.
Las diferentes dependencias de la escuela no difieren mucho de otras que ya visitamos. Las aulas nos recuerdan las instalaciones de una casa – sala para jugar/comer/estar, sala de movilidad y juego más activo. Un espacio para descansar/dormir, servicios para el aseo, zona de acceso en el que se encuentran los percheros y cestos o cajones para dejar los objetos personales y la ropa. En este centro la cocina era común para toda la escuela y se encontraba en un ala alejada de las otras dependencias escolares, aunque de fácil acceso. El el patio exterior era amplio y variado. Disponía de juegos tipo columpios, toboganes, casas de madera, areneros. También contaban con juguetes tipo camiones, triciclos, carros..., y lugares para esconderse entre árboles y con construcciones de madera. Todo ello en una zona ajardinada con árboles y de pradera a la que llegaba facilmente desde las aulas por diferentes accesos.
Señalar que el profesorado y auxiliares de la escuela eran hombres y mujeres de edades muy variadas entre 18-50 años, y que no eran todos de nacionalidad noruega.
También entre el alumnado se encontraban niñas y niños de otras nacionalidades.
La visita a esta escuela fue muy agradable y tranquila. El proyecto de teatro no se lleva a cabo en todas aulas, pero si impregna la actividad escolar. El grupo de maestros y maestras se les veia integrados y participando en un proxecto común.
Al igual que cuando llegamos nos acompañan hacia la parada del autobús para volver al centro de Oslo. Volvemos la vista atrás y vemos una escuela grande, pintada de blanco que tiene delante un amplio campo de margaritas amarillas que mueve el viento como si fuera una alfombra mágica que nos podría llevar al teatro del día a día en la escuela, en la nuestra o en las de Noruega... En ellas que los ojos abiertos y brillantes de las niñas y los niños nos invitan a aprender, a conocer y a vivir juntos cada dia.
Gracias por invitarnos a visitar y conocer vuestra escuela.
Gracias por el teatro y las sonrisas.
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