Aprendemos por el camino de la investigación
  Carme Cols Clotet

Todo proceso cognitivo se puede interpretar como una dialéctica cíclica desarrollada en torno a la experiencia, el conocimiento, el lenguaje que interactúan recíprocamente. El niño desde que nace, inmerso en una cultura que favorece todo tipo de conocimiento, muy pronto empieza a hacerse preguntas fundamentales sobre como está hecho el mundo. Como decía Loris Malaguzzi, "Un niño que ya desde su nacimiento tiene tantos deseos de sentirse parte del mundo que hace servir activamente una red de capacidad y de aprendizaje, capaz de organizar relaciones y mapas de orientación personal, interpersonal, cognitiva y aun simbólica".

El conocimiento es una construcción personal pero también social. Se reorganiza continuadamente elaborando redes de saberes. Maria Arcà nos dice: "La capacidad de comprender los hechos y los acontecimientos del mundo se produce a través de la experiencia personal, con el apoyo de los adultos y de una enseñanza adecuada".

La escuela infantil puede ser uno de los lugares privilegiados para ofrecer propuestas que no se limiten a una simple manipulación y observación sinoa desarrollar procesos que impliquen entrar en la dinámica del trabajo experimental científico. Procesos que permitan al niño: observar, identificar, formularse hipótesis, experimentar y comunicar.

Hacer ciencia en la escuela para los niños desde que nacen, significa dar la oportunidad de aprender a mirar, a tocar, a hablar, a representar, intercambiar y contrastar. Oportunidades que encontrarán en un contexto rico de propuestas. Situaciones, diversificadas que tienen un valor personal.

Un contexto que da seguridad para actuar autónomamente. Un contexto en el que el niño y el adulto puedan crear una alianza que les permita continuar haciéndose preguntas. El adulto está presente, deja hacer pero sigue con silencio todas las investigaciones que hace el niño. Interviene puntualmente haciendo preguntas abiertas e indirectamente haciendo posible la riqueza de ocasiones, de estímulos, de recursos diversos que potencian la dinámica del trabajo científico.

Adultos y niños se ilusionan y encuentran la motivación para: inventar, crear, hacer, causar, producir, originar, apañarse, concebir, ingeniar, maquinar, preparar, decir, discurrir.
Proponer, indicar, expresar, sugerir, presentar. De una hoja puede nacer un proyecto que se verá crecer en las manos del niño y del adulto. Es a partir de las situaciones cotidianas que aprendemos por el camino de la investigación que crece día a día. Una pregunta provoca otra pregunta y en ellas podamos encontrar mil respuestas. Se necesitan tiempos y procesos, motivación y entusiasmo para seguir inventando, creando...

El proyecto, la búsqueda, se va documentando utilizando diferentes medios y recursos. Los primeros años, la familia y la maestra, hacemos observaciones grabadas en vídeo, fotos, libretas, conversaciones... El niño, durante los primeros años, expresa con su lenguaje no verbal todas sus búsquedas y lo que sabe. Se precisa atención, y centrar la observación para poder interpretar y conectar con los puntos exactos de la red de sus saberes. Saberes que, poco a poco, expresan con sus mil lenguajes y que, con esfuerzo, van expresando a través de la palabra y el grafismo. Recogiendo a partir de lo que dice, de lo que expresa en el dibujo, en sus conversaciones, en sus hipótesis, de como lo hace... constituiremos una documentación importante para ir haciendo posible el camino de la investigación.

El aprendizaje por el camino de la investigación, lo hacemos posible con una metodología de trabajo que deje que los niños se organicen y en pequeños grupos puedan manifestar sus intereses centrados en la vida cotidiana, en lo que ellos hacen y en lo que pasa en su entorno. Dice Maria Arcà: "Deseo de aprender a hacerse preguntas ante los hechos y a interpretar las respuestas a partir de aquellas, reajustando su comportamiento. Los maestros deben acompañar el proceso de construcción del conocimiento, evitando anteponer demasiado temprano las explicaciones de los adultos a las exigencias cognitivas y experimentales de los niños". Esto es posible si el grupo de niños es reducido. Una forma de trabajar apasionante. Rompe todo tipo de monotonía! I como decía Loris Malaguzzi "Los niños tienen en sus manos el arte de la investigación". Recuperemos este arte y, junto a los niños, aprendamos por este camino.