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Los
servicios educativos para niños de 0 a 6 años forman
parte integral del sistema educativo y, en algunos aspectos,
viven a la sombra de la escuela primaria. La influencia de
un estilo escolar se ve por ejemplo en la organización
de los espacios. La introducción de los colores fuertes
y de decoraciones 'alegres' representan un intento de adecuar
estos espacios a los niños en edad preescolar, pero no
es suficiente. Uno estilo intencionadamente festivo en la
vida cotidiana llega a ser aburrido y molesto, y los espacios
continuaran siendo anónimos e institucionales. En cambio
los servicios 0-6 podrían, o mejor tendrían que,
ser una clase de ambiente combinado entre institución
y casa con la oferta de un contexto de vida acogedor, bonito,
estimado, articulado y personalizado.
Espacios
acogedores. Además de los objetos funcionales ha que
dan un toque de belleza: cuadros, tapices, plantas, composiciones
de flor seca... Un ambiente bonito y educativo para los
niños (quiere decir un currículum implícito),
y, no menos importante, un apoyo moral para los adultos.
Espacios
para momentos íntimos. El ambiente se organiza en espacios
acogedores que favorecen la intimidad y las interacciones
significativas (entre adulto y niño, entre niño
y niño). Un mueble clave es la butaca, símbolo
de tiempo de calma y esparcimiento. Invita el adulto a escuchar,
observar, conversar, leer juntos, arrullar, consolar...
A los niños les sirve para acurrucarse con un osito
o con un libro, solos o con un compañero. O como sitio,
provisional o estable, para separarse en pequeño grupo
y confabular. Sirven como rincón para la distensión,
sacarse los zapatos, mirar libros o álbumes. O para
"no hacer nada" (en realidad un ocio fecundo).
Espacios
personales dentro de los espacios colectivos. Como los niños
pasan muchas horas en los servicios, es importante que el
ambiente sea personalizado, que refleje la presencia de
cada uno de sus "habitantes". Los objetos personales
que trae cada niño se valoran y se potencian: el abrigo,
la roba de repuesto, el peluche (para los más pequeños)
u otros objetos que dan 'seguridad', el vaso, el babero,
el álbum de fotos de la historia familiar de cada uno,
cajas de pequeños tesoros personales, una pequeña
planta para cuidar, las cosas necesarias para
dormir... Son objetos que huelen a casa, que hacen de enlace
entre la vida privada y la vida pública. Cada uno de
estos efectos personales diversos necesita una colocación
digna, un sitio pensado y accesible a los mismos niños
(armario, colgador, bolso, estante...) Estos objetos, si
se los da un buen trato, constituyen un punto de referencia
que da seguridad, que favorece la autonomía, son una
fuente de intereses, de intercambios y de conversación.
Sería
bueno que este modelo 'combinado' también consiguiera
influir la organización de los espacios de la escuela
primaria y secundaria...
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