Un recorrido por el espacio
 

¿Qué estrategias utilizamos para provocar situaciones?
Carme Cols

  Una ambientación determinada puede invitar a mirar, tocar y hablar. La conseguiremos con materiales y soportes colocados en puntos estratégicos. Hemos buscado todos los rincones de los espacios comunes para exponer materiales. Son sitios importantes que crean una cierta atracción y a la vez prácticos para poder disponer de más espacio dentro del aula. Son como una despensa bien ordenada a la que cada maestra puede ir a buscar elementos para crear una situación de juego y experimentación.

En estos espacios comunes, como puede ser la entrada, los elementos que podemos encontrar, van marcando las estaciones del año: lo que hay en el entorno, lo que pasa fuera del hogar. Por ejemplo en otoño podemos encontrar: cestos con hojas de colores y texturas diferentes; calabazas de tamaños, colores, texturas variadas; boniatos, castañas, membrillos, manzanas, etc. Podemos hacer una parada con el personaje mágico, la Marieta castanyera. Poco a poco los niños, los padres y nosotros iremos llenando de elementos las cestas, las cajas, los botes...

Si tenemos muchas hojas podemos hacer muchas pr
opuestas: podemos jugar a voltearlas, chafarlas con los pies, trincharlas con las manos, a prensarlas... Si son piedras, y hay una caja llena de botellas vacías, qué harán los niños? Quizás llenarán las botellas? Quizás harán un tren?... la estrategia de tener una despensa viva nos ayudará a encontrar el placer de jugar e investigar y llevar a cabo proyectos inventados por los propios niños.

En los espacios dónde están los grupos intentamos crear una atmósfera acogedora. Poco a poco vamos eliminando el material de plástico. Todo lo que hay esta pensado para poderlo utilizar en un momento determinado o podemos preparar el espacio para hacer una sesión con hojas u otros materiales. Propuestas que requieren espacios amplios que nos permitan jugar y poder centrar la atención. Propuestas muy sencillas que fácilmente se pueden sacar y volver a recoger.

Otras estrategias que también utilizaremos serán los estantes en los que podremos tener elementos que a la vez nos ayudarán a crear un ambiente acogedor y en un momento determinado, que no está programado, serán de gran utilidad. Por ejemplo: un jarrón de agua que siempre está disponible para cuando llegan las flores; un bote de vidrio redondo vacío que podrá ser la lupa de agua para crear una situación de observación; morteros, transparentes, opacos con sus manos, apunto para triturar, extraer un pigmento; botes transparentes llenos de pechinas, piedras, caparazones de caracoles...

Por el suelo, estratégicamente, dentro del espacio de cada grupo y según la edad, escogeremos elementos. Paneras y cestos con propuestas que inviten a explorar. Elementos a su alcance, que según la edad de los niños y el número de miembros del grupo habremos pensado muy detalladamente para que puedan utilizarlos con plena autonomía.

Las experiencias que se van creando en todos los pequeños grupos de la escuela forman "microclimas" y es en este ambiente que se va creando la propia identidad del pequeño y gran grupo. Estos "microclimas" generan diálogo, intercambios, propuestas, materiales. Hechos que nos ayudarán, día a día, a hacer crecer las experiencias.

La práctica cotidiana, las demandas de los niños y la ilusión por los nuevos retos serán la clave para evolucionar. Las ideas sobre materiales y los soportes irán apareciendo algunas veces al pasear mirando escaparates, otros en una exposición, en un mercado, en libros de decoración. Son materiales y soportes que normalmente se encuentran en rincones impensables. Algunos se pueden comprar y muchas veces, una vez se tiene la idea, encontramos la manera de conseguirlos.